Nuestra arquitectura surge de una continua situación "expectante". Nos interesa todo lo que se produce hoy; nuevas referencias de pensamiento, nuevos sistemas constructivos, nuevos materiales… Nos nutrimos de la potencialidad del presente, estamos contaminados.
Sin embargo, cada vez damos más importancia a la experiencia propia, a nuestro "mundo interno", a las reflexiones y conclusiones que hace que estemos más seguros de nuestras "inseguridades".
Sería muy fácil hacer una larga lista de aquello que nos motiva (muchos estamos inmersos en el análisis de los parámetros de la contemporaneidad) más difícil y comprometido es indagar en nuestra trayectoria, en nuestra experiencia, en nuestro subconsciente e intentar precisar las claves de nuestro trabajo.
Tenemos muy claro que cada proyecto es una "COSA". En cada proyecto hay parámetro determinante, uno solo, todos los demás han de supeditarse a él. Esa "COSA" es diferente en cada caso y la cuestión más importante para nosotros es descifrar cual es. En unos casos será la escala, en otros el material, la sección, la célula, el vacío…
Ante las nuevas referencias de pensamiento y los nuevos materiales, nos interesa todo lo que se produce hoy, hemos de estar en una actitud de continua actualización de nuestro saber. Hay que estar alerta y en búsqueda constante de la potencialidad del presente.
La Arquitectura es un hecho global que parte de la construcción del espacio. El espacio, para nosotros, queda principalmente definido por la estructura, es el vacío que resulta de un esqueleto, lo demás, función, terminación…, son una segunda capa que ha de superponerse de una forma sencilla y natural a este esqueleto determinante.
Es preciso desposeer a los edificios de todo aquello que no sean ellos mismos, desafectarlos. Lo importante es el vacío resultante de esa estructura, un espacio donde se puede plantear cualquier situación. "Energía potencial de capacidad".
En cada proyecto buscamos un SISTEMA espacial que, por supuesto, sea capaz de dar cabida a todas las exigencias de partida pero que, sobre todo, sea eficaz en sí mismo. Una vez encontrado el SISTEMA, el proyecto se va revelando por sí mismo, las propias reglas del SISTEMA son las que te van guiando con muy pocas posibilidades de error.
Aspiramos, a plantear un proyecto como ordenación TOTAL de la solución (sistema), previo a la forma o la función. Evidentemente forma parte del cometido el plantear la FORMA, pero preferimos hacerlo de una manera científica. Esa ha de ser la consecuencia, el resultado de un proceso, no el punto de partida.
Todo lo que nos rodea se estructura en un sistema DUAL: si/no; Norte/Sur; Vida/Muerte; Cielo/Tierra… El sistema informático es también un sistema DUAL basado en el SI / NO. Lo mismo ocurre en una viga basada en la relación de un par de fuerzas opuestas, duales. Para MIES VAN DER ROHE y para nosotros este par DUAL es VACIO-CONSTRUIDO, la energía está entre ESTRUCTURA y VACIO generando el Espacio interior de la arquitectura. En el exterior esta energía se crea entre los cuerpos edificados y el vacío entre ellos.
El material no es determinante en la génesis del proyecto, nos ayuda a construir el espacio, pero el concepto del espacio planteado no ha de depender del material con que sea construido. Estamos con OTEIZA o LE CORBUSIER, cuando se plantean el problema espacial, independientemente del material con el que se vaya a construir.
Al final, todos los aspectos que nos planteamos acaban siendo una cuestión física, una cuestión de materiales. El material no es terminante en la génesis del proyecto, nos ayuda a construir el espacio, pero el concepto del espacio planteado no ha de depender del material con que sea construido.
El lugar no es solo una situación física sino una situación mental. Lugar es aquello de lo que nos habla un espacio físico, son desde sensaciones muy inmediatas hasta análisis complejos, topografía, orientación, clima, altura, tramas preexistentes, historia, acontecimientos, objetos contaminantes, causas del encargo, carácter del cliente, presupuesto… Pero sobre todo, la predisposición intelectual al acometer el proyecto. El proyecto no surge solo como respuesta a los condicionantes mencionados, surge de un territorio interno, personal, de unos intereses al margen del encargo, de unos campos de investigación privados que van desarrollándose en el estudio, en los concursos, en las reflexiones y que aprovechan un encargo cualquiera para salir a la luz.
El contexto somos nosotros. Necesitamos hacer realidad nuestro propio orden interno. Crear nuestro "Paisaje Interno". Si el contexto somos nosotros mismos trabajaremos con libertad al lado de cualquier cosa. No hay que preocuparse, hay que ocuparse.
Hacemos Arquitectura desde nuestra experiencia vital. Hemos realizado un gran número de viajes, en gran parte con nuestros alumnos de la Escuela de Madrid, donde el aprendizaje es realmente transformador. De estas experiencias van surgiendo, no solo hallazgos, sino confirmaciones de aspectos esenciales a la hora de abordar el trabajo de arquitecto.
Una de las conclusiones más claras de conocimiento directo de las grandes arquitecturas es la importancia del control de la ESCALA.
LA ESCALA GRANDE requiere de una economía de decisiones y claridad en su definición. El material que la construye es determinante, casi único, piezas de gran tamaño con una ley constructiva que permite que el proyecto sea abierto (puede crecer solo) , pensemos en Faterpur Sikri, Teotihuacan, el Escorial, La Muralla China, KHAN y LE CORBUSIER en la India…
En la ESCALA PEQUEÑA el grado de complejidad aumenta y la previa definición del material pasa a no ser determinante. Son los espacios pequeños consecuencia de una minuciosa operación de modulación, trama, medida, orientación, etc …que los convierte en espacios con una fuerte abstracción separada de la materialidad constructiva (claro ejemplo son las villas japonesas, las casas de Le Corbusier, o las viviendas del mundo islámico).
En nuestro trabajo intentamos mantener la componente de "riesgo" o "aventura". Cada nuevo proyecto, en su planteamiento inicial, está expuesto a un posible "fracaso", ya que en cada caso su desarrollo está al límite de lo sabido, de lo conocido. Entendemos cada obra como un "incidente" o "accidente" en nuestro proceso de trabajo. El proyecto nunca debe perder el "carácter accidental", ha de llevarnos a un terreno todavía no explorado por nosotros.
Operamos en los LIMITES, límites entre lo real: borde de ciudad (periferia, carretera…) límite de superficie, estándares y normas en la vivienda; y lo emocional: indefinición, percepción de unos usos cambiantes, sensación de nuevas y futuras necesidades.
Trabajamos en diversas líneas de investigación con desarrollos simultáneos. En nuestro caso se podría simplificar diciendo que coexisten dos mundos solapados, el “racional” y el “irracional”. Ambos comparten experiencias aprendidas pero son capaces de nutrirse de su propia condición. Edificios residenciales en la búsqueda de soluciones globales a problemas de alojamiento, flexibilidad, funcionalidad y usos, surgen a un mismo tiempo que otros como auditorios, museos o intervenciones en el paisaje, con un tratamiento más singular y de respuesta ajustada a una realidad concreta y condicionada.
FRANCIS BACON expresaba a la hora de describir sus pinturas de retratos como “en cada uno de nosotros está oculto ese gesto brutal, ese movimiento de la mano que arruga el rostro del otro, con la esperanza de encontrar, en él o detrás de él, algo que allí se esconde”.
Se podría decir que los retratos de BACON son la integración sobre los “límites”.
La secuencia de múltiples retratos de un mismo modelo expresa en BACON su interés por el principio de las variaciones. EDMUND HUSSERL ha explicado la importancia de las variaciones para la búsqueda de la esencia de un fenómeno.
En nuestro trabajo existen familias de proyectos que responden a estas intenciones de seriación. Las obras que así se agrupan son variaciones que difieren una de otra, pero conservan a la vez un algo que es común a ellas, ese algo común es la esencia de una obsesión, de un tema recurrente, como en el caso de FRANCIS BACON es el “yo” de un rostro.
De igual forma la manera de abordar el trabajo como arquitectos la entendemos como una posición vital, que no es sino la de situarse al límite de las capacidades, al “límite del yo”.
Aprendimos que la Arquitectura es el juego de espacios y volúmenes, el arte de organizar el espacio. Pero si podemos estar de acuerdo con este enunciado, estamos más próximos a entender la Arquitetura como todo aquiello construido que alberga en su definición valores culturales, de civilización, de sensibilidad y progreso.
En el hacer arquitectura se necesita, no sólo tener unos conocimientos de la disciplina, sino también captar cierto número de actitudes y de sensaciones, de emociones que pertenecen al mundo que nos rodea.
Dejarse atrapar por el país que visitas, por el tema del último libro leído, o la fuerza de las imágenes de una película. Debemos hablar de otras cosas para reafirmarnos en nuestro oficio de arquitecto frente a todo y gracias a todo.
Our architecture arises from a continuous “expectant” situation. We are interested in everything that is being produced: new references to ideas, new construction systems, new materials and so on. We feed off the potential of the present; we are contaminated.
We do, however, place increasing importance on our own experience, on our “inner world”, on the meditations and conclusions that make us surer of our “insecurities”.
It could be so easy to make a long list of things that motivate us. Many of us are immersed in our own analysis of the parameters of modernity, and it is much harder and more demanding to evaluate our progression, experience and subconscious, and define the key aspects of our work.
We are quite sure that each project us a “THING”. In each project there is a decisive parameter, just one, to which all the rest have to be subjugated. This “THING” is different in each case, and the most important issue for us is to decipher what it is. In some cases it is the scale, in others the material, the section, the cell, the void, etc.
We are interested in everything that is being produced now in the light of all the new philosophical references and new materials. We have to constantly update our knowledge; we have to be alert and search constantly for the potential of the present.
Architecture is a global fact. It is part of the construction process in space. For us, space is primarily defined by structure; it is the void that results from a skeleton. All the rest- function, finishes, etc., are a second layer that has to be superimposed simply and naturally on this decisive skeleton.
We therefore have to strip buildings of everything that is not intrinsically them; we have to disaffect them. The void resulting from this structure is what is important; a space in which any situation can be proposed. “Energy potential of capacity”.
In each project we look for a spatial system that can accommodate all the initial demands, but is above all efficient in its own right. Once the system has been discovered, the project starts to reveal itself. It is guided by the actual rules of the system, with little chances of error.
So we aspire to tackle a project as the TOTAL output of the solution (system); prior to form or function.
Working on FORM is obviously part of the undertaking, but we prefer to do it scientifically. It has to be the consequence, the result of a process, not the starting point.
Everything around us is structured into a DUAL system: yes/no; North/South; Life/Death; Heaven/Earth, etc. A computer system is also a DUAL system based on YES/NO. The same is true for a girder, based on the relationships between a pair of opposed, dual forces. For MIES VAN DER ROHE, and also for us, this DUAL pair is VOID/BUILT, the energy couple produced by friction between STRUCTURE and VOID, which generate the architecture’s interior space. Outside this energy is created amongst the constructed units and the void between them.
The material is not decisive in the genesis of the project. It helps us to build the space, but the proposed concept must not depend on the material it is made of. We agree with OTEIZA and LE CORBUSIER in their attitude to the spatial problem, regardless of the material to be used.
Ultimately, all the issues we tackle end up being a physical question, a question of materials. The material is not decisive in the origin of the project. It merely helps us to build the space, and the concept of space that arises must not depend on the material we will use to build it.
The place is both a physical and a mental state. The place is something that speaks to us about a physical space. It ranges from immediate sensations to complex analysis, topography, orientation, climate, height, pre-existing section, history, events, pollutants, reasons for the commission, the nature of the client, budgets, etc. Above all, however, it involves the intellectual predisposal when the project is accepted. A project does not only arise as a response to these conditions. It arises from an inner, personal territory, from interests that lie outside the brief; from private research fields that we developed in the studio, in competitions, in meditation, and uses any commission at all to come to the surface.
We are the context. We need to make our own internal order a reality; we need to create our own “Inner Landscape”. If we are the context, we have to work freely alongside anything at all. There is no need to worry- just get involved.
We produce Architecture on the basis of our own living experience. We have travelled a lot, largely with our students at the Madrid School of Architecture, where learning is a truly transforming experience. What arise from this experience are not just discoveries but also confirmations of essential aspects when we work as architects.
One of the clearest conclusions that arise from direct knowledge of large works of architecture is the importance of control over SCALE.
LARGE SCALES require an economy of decisions and clarity in their definition. The material used to build them is decisive, almost solely. Large-format pieces have rules of construction that enable the project to become open (it can grow on its own)- we are thinking here of Fatepur Sikri, Teotihuacan, El Escorial, The Great Wall of China, KHAN and LE CORBUSIER in India.
On a SMALL SCALE, the degree of complexity increases and the prior definition of matter ceases to be decisive. Small spaces are the consequence of a detailed operation of modulation, meshing, measurement, aspect, etc…, which make turn them into spaces with a powerful degree of abstraction that is separate from the actual materiality of the construction (clear examples of this are Japanese villas, LE CORBUSIER´S houses and dwellings in the Islamic world).
In our work, we try to maintain an element of “risk” or “adventure”. Initially, each new project is vulnerable to potential “failure”, because in each case its development is set on the outer limits of current knowledge.
We regard each project as an “incident” or “accident” in our working process. The project should never lose its “accidental character”. It must lead us towards an area we have yet to explore.
We operate on the LIMITS; the limits between reality- the city limits (periphery, highway, etc.), the limits of housing areas, standards and regulations; and emotions: non-definition, perception of changing uses, sensations of new and future requirements.
We work on various lines of research with simultaneous developments. In our case this could be simplified by saying that there are two overlapping, coexisting world: “rational” and “irrational”. Both of them share learned experiences but they can feed off their own condition. Residential buildings that seek total solutions to problems of housing, flexibility functionality and uses arise at the same time as others that require a more individualized treatment, a response that is adjusted to a specific, conditioned situation, as in concert halls, museums or landscaping operations.
When FRANCIS BACON described his portrait paintings, he said, “Each one of us hides that brutal gesture, that movement of the hand that crumples the face of the other in the hope of finding something hidden in it or behind it”.
We could say that BACON´S portraits are an examination of the “limits”.
The sequence of multiple portraits of the same model expresses BACON´S interest in the variation principle. EDMUND HUSSERL has explained the importance of variations in the search for the essence of the phenomenon.
In our work, there are suites of projects that respond to these aims of serialization. The works that are grouped in this way are variations that differ from one to another, yet they preserve something that is common to all of them; this common “something” is the essence of an obsession, a recurring theme just like the “id” of a face in the case of FRANCIS BACON.
Similarly, we regard the way we tackle our work as architects as a vital position, taking ourselves to the limits of our ability, to the “limit to the id”.
We are taught that architecture is a game of spaces and volumes, the art of organizing space. However, if we are able to agree with this statement, we are closer to regarding Architecture as every construction that contains values of culture, civilization, sensibility and progress in its definition.
In the process, architecture needs not only knowledge about the discipline, but also the ability to capture a certain number of attitudes and sensations- emotions that belong to the world around us.
It means letting ourselves be trapped by the country we visit, by the subject of the latest book we have read, or by the power of the imagery in a film. We have to speak about other things if we want to reaffirm ourselves in our vocation as architects, in spite of everything and thanks to everything.
INTERNAL LANDSCAPES
PAISAJES INTERNOS
Nuestra arquitectura surge de una continua situación "expectante". Nos interesa todo lo que se produce hoy; nuevas referencias de pensamiento, nuevos sistemas constructivos, nuevos materiales… Nos nutrimos de la potencialidad del presente, estamos contaminados.
Sin embargo, cada vez damos más importancia a la experiencia propia, a nuestro "mundo interno", a las reflexiones y conclusiones que hace que estemos más seguros de nuestras "inseguridades".
Sería muy fácil hacer una larga lista de aquello que nos motiva (muchos estamos inmersos en el análisis de los parámetros de la contemporaneidad) más difícil y comprometido es indagar en nuestra trayectoria, en nuestra experiencia, en nuestro subconsciente e intentar precisar las claves de nuestro trabajo.
Tenemos muy claro que cada proyecto es una "COSA". En cada proyecto hay parámetro determinante, uno solo, todos los demás han de supeditarse a él. Esa "COSA" es diferente en cada caso y la cuestión más importante para nosotros es descifrar cual es. En unos casos será la escala, en otros el material, la sección, la célula, el vacío…
Ante las nuevas referencias de pensamiento y los nuevos materiales, nos interesa todo lo que se produce hoy, hemos de estar en una actitud de continua actualización de nuestro saber. Hay que estar alerta y en búsqueda constante de la potencialidad del presente.
La Arquitectura es un hecho global que parte de la construcción del espacio. El espacio, para nosotros, queda principalmente definido por la estructura, es el vacío que resulta de un esqueleto, lo demás, función, terminación…, son una segunda capa que ha de superponerse de una forma sencilla y natural a este esqueleto determinante.
Es preciso desposeer a los edificios de todo aquello que no sean ellos mismos, desafectarlos. Lo importante es el vacío resultante de esa estructura, un espacio donde se puede plantear cualquier situación. "Energía potencial de capacidad".
En cada proyecto buscamos un SISTEMA espacial que, por supuesto, sea capaz de dar cabida a todas las exigencias de partida pero que, sobre todo, sea eficaz en sí mismo. Una vez encontrado el SISTEMA, el proyecto se va revelando por sí mismo, las propias reglas del SISTEMA son las que te van guiando con muy pocas posibilidades de error.
Aspiramos, a plantear un proyecto como ordenación TOTAL de la solución (sistema), previo a la forma o la función. Evidentemente forma parte del cometido el plantear la FORMA, pero preferimos hacerlo de una manera científica. Esa ha de ser la consecuencia, el resultado de un proceso, no el punto de partida.
Todo lo que nos rodea se estructura en un sistema DUAL: si/no; Norte/Sur; Vida/Muerte; Cielo/Tierra… El sistema informático es también un sistema DUAL basado en el SI / NO. Lo mismo ocurre en una viga basada en la relación de un par de fuerzas opuestas, duales. Para MIES VAN DER ROHE y para nosotros este par DUAL es VACIO-CONSTRUIDO, la energía está entre ESTRUCTURA y VACIO generando el Espacio interior de la arquitectura. En el exterior esta energía se crea entre los cuerpos edificados y el vacío entre ellos.
El material no es determinante en la génesis del proyecto, nos ayuda a construir el espacio, pero el concepto del espacio planteado no ha de depender del material con que sea construido. Estamos con OTEIZA o LE CORBUSIER, cuando se plantean el problema espacial, independientemente del material con el que se vaya a construir.
Al final, todos los aspectos que nos planteamos acaban siendo una cuestión física, una cuestión de materiales. El material no es terminante en la génesis del proyecto, nos ayuda a construir el espacio, pero el concepto del espacio planteado no ha de depender del material con que sea construido.
El lugar no es solo una situación física sino una situación mental. Lugar es aquello de lo que nos habla un espacio físico, son desde sensaciones muy inmediatas hasta análisis complejos, topografía, orientación, clima, altura, tramas preexistentes, historia, acontecimientos, objetos contaminantes, causas del encargo, carácter del cliente, presupuesto… Pero sobre todo, la predisposición intelectual al acometer el proyecto. El proyecto no surge solo como respuesta a los condicionantes mencionados, surge de un territorio interno, personal, de unos intereses al margen del encargo, de unos campos de investigación privados que van desarrollándose en el estudio, en los concursos, en las reflexiones y que aprovechan un encargo cualquiera para salir a la luz.
El contexto somos nosotros. Necesitamos hacer realidad nuestro propio orden interno. Crear nuestro "Paisaje Interno". Si el contexto somos nosotros mismos trabajaremos con libertad al lado de cualquier cosa. No hay que preocuparse, hay que ocuparse.
Hacemos Arquitectura desde nuestra experiencia vital. Hemos realizado un gran número de viajes, en gran parte con nuestros alumnos de la Escuela de Madrid, donde el aprendizaje es realmente transformador. De estas experiencias van surgiendo, no solo hallazgos, sino confirmaciones de aspectos esenciales a la hora de abordar el trabajo de arquitecto.
Una de las conclusiones más claras de conocimiento directo de las grandes arquitecturas es la importancia del control de la ESCALA.
LA ESCALA GRANDE requiere de una economía de decisiones y claridad en su definición. El material que la construye es determinante, casi único, piezas de gran tamaño con una ley constructiva que permite que el proyecto sea abierto (puede crecer solo) , pensemos en Faterpur Sikri, Teotihuacan, el Escorial, La Muralla China, KHAN y LE CORBUSIER en la India…
En la ESCALA PEQUEÑA el grado de complejidad aumenta y la previa definición del material pasa a no ser determinante. Son los espacios pequeños consecuencia de una minuciosa operación de modulación, trama, medida, orientación, etc …que los convierte en espacios con una fuerte abstracción separada de la materialidad constructiva (claro ejemplo son las villas japonesas, las casas de Le Corbusier, o las viviendas del mundo islámico).
En nuestro trabajo intentamos mantener la componente de "riesgo" o "aventura". Cada nuevo proyecto, en su planteamiento inicial, está expuesto a un posible "fracaso", ya que en cada caso su desarrollo está al límite de lo sabido, de lo conocido. Entendemos cada obra como un "incidente" o "accidente" en nuestro proceso de trabajo. El proyecto nunca debe perder el "carácter accidental", ha de llevarnos a un terreno todavía no explorado por nosotros.
Operamos en los LIMITES, límites entre lo real: borde de ciudad (periferia, carretera…) límite de superficie, estándares y normas en la vivienda; y lo emocional: indefinición, percepción de unos usos cambiantes, sensación de nuevas y futuras necesidades.
Trabajamos en diversas líneas de investigación con desarrollos simultáneos. En nuestro caso se podría simplificar diciendo que coexisten dos mundos solapados, el “racional” y el “irracional”. Ambos comparten experiencias aprendidas pero son capaces de nutrirse de su propia condición. Edificios residenciales en la búsqueda de soluciones globales a problemas de alojamiento, flexibilidad, funcionalidad y usos, surgen a un mismo tiempo que otros como auditorios, museos o intervenciones en el paisaje, con un tratamiento más singular y de respuesta ajustada a una realidad concreta y condicionada.
FRANCIS BACON expresaba a la hora de describir sus pinturas de retratos como “en cada uno de nosotros está oculto ese gesto brutal, ese movimiento de la mano que arruga el rostro del otro, con la esperanza de encontrar, en él o detrás de él, algo que allí se esconde”.
Se podría decir que los retratos de BACON son la integración sobre los “límites”.
La secuencia de múltiples retratos de un mismo modelo expresa en BACON su interés por el principio de las variaciones. EDMUND HUSSERL ha explicado la importancia de las variaciones para la búsqueda de la esencia de un fenómeno.
En nuestro trabajo existen familias de proyectos que responden a estas intenciones de seriación. Las obras que así se agrupan son variaciones que difieren una de otra, pero conservan a la vez un algo que es común a ellas, ese algo común es la esencia de una obsesión, de un tema recurrente, como en el caso de FRANCIS BACON es el “yo” de un rostro.
De igual forma la manera de abordar el trabajo como arquitectos la entendemos como una posición vital, que no es sino la de situarse al límite de las capacidades, al “límite del yo”.
Aprendimos que la Arquitectura es el juego de espacios y volúmenes, el arte de organizar el espacio. Pero si podemos estar de acuerdo con este enunciado, estamos más próximos a entender la Arquitetura como todo aquiello construido que alberga en su definición valores culturales, de civilización, de sensibilidad y progreso.
En el hacer arquitectura se necesita, no sólo tener unos conocimientos de la disciplina, sino también captar cierto número de actitudes y de sensaciones, de emociones que pertenecen al mundo que nos rodea.
Dejarse atrapar por el país que visitas, por el tema del último libro leído, o la fuerza de las imágenes de una película. Debemos hablar de otras cosas para reafirmarnos en nuestro oficio de arquitecto frente a todo y gracias a todo.
Our architecture arises from a continuous “expectant” situation. We are interested in everything that is being produced: new references to ideas, new construction systems, new materials and so on. We feed off the potential of the present; we are contaminated.
We do, however, place increasing importance on our own experience, on our “inner world”, on the meditations and conclusions that make us surer of our “insecurities”.
It could be so easy to make a long list of things that motivate us. Many of us are immersed in our own analysis of the parameters of modernity, and it is much harder and more demanding to evaluate our progression, experience and subconscious, and define the key aspects of our work.
We are quite sure that each project us a “THING”. In each project there is a decisive parameter, just one, to which all the rest have to be subjugated. This “THING” is different in each case, and the most important issue for us is to decipher what it is. In some cases it is the scale, in others the material, the section, the cell, the void, etc.
We are interested in everything that is being produced now in the light of all the new philosophical references and new materials. We have to constantly update our knowledge; we have to be alert and search constantly for the potential of the present.
Architecture is a global fact. It is part of the construction process in space. For us, space is primarily defined by structure; it is the void that results from a skeleton. All the rest- function, finishes, etc., are a second layer that has to be superimposed simply and naturally on this decisive skeleton.
We therefore have to strip buildings of everything that is not intrinsically them; we have to disaffect them. The void resulting from this structure is what is important; a space in which any situation can be proposed. “Energy potential of capacity”.
In each project we look for a spatial system that can accommodate all the initial demands, but is above all efficient in its own right. Once the system has been discovered, the project starts to reveal itself. It is guided by the actual rules of the system, with little chances of error.
So we aspire to tackle a project as the TOTAL output of the solution (system); prior to form or function.
Working on FORM is obviously part of the undertaking, but we prefer to do it scientifically. It has to be the consequence, the result of a process, not the starting point.
Everything around us is structured into a DUAL system: yes/no; North/South; Life/Death; Heaven/Earth, etc. A computer system is also a DUAL system based on YES/NO. The same is true for a girder, based on the relationships between a pair of opposed, dual forces. For MIES VAN DER ROHE, and also for us, this DUAL pair is VOID/BUILT, the energy couple produced by friction between STRUCTURE and VOID, which generate the architecture’s interior space. Outside this energy is created amongst the constructed units and the void between them.
The material is not decisive in the genesis of the project. It helps us to build the space, but the proposed concept must not depend on the material it is made of. We agree with OTEIZA and LE CORBUSIER in their attitude to the spatial problem, regardless of the material to be used.
Ultimately, all the issues we tackle end up being a physical question, a question of materials. The material is not decisive in the origin of the project. It merely helps us to build the space, and the concept of space that arises must not depend on the material we will use to build it.
The place is both a physical and a mental state. The place is something that speaks to us about a physical space. It ranges from immediate sensations to complex analysis, topography, orientation, climate, height, pre-existing section, history, events, pollutants, reasons for the commission, the nature of the client, budgets, etc. Above all, however, it involves the intellectual predisposal when the project is accepted. A project does not only arise as a response to these conditions. It arises from an inner, personal territory, from interests that lie outside the brief; from private research fields that we developed in the studio, in competitions, in meditation, and uses any commission at all to come to the surface.
We are the context. We need to make our own internal order a reality; we need to create our own “Inner Landscape”. If we are the context, we have to work freely alongside anything at all. There is no need to worry- just get involved.
We produce Architecture on the basis of our own living experience. We have travelled a lot, largely with our students at the Madrid School of Architecture, where learning is a truly transforming experience. What arise from this experience are not just discoveries but also confirmations of essential aspects when we work as architects.
One of the clearest conclusions that arise from direct knowledge of large works of architecture is the importance of control over SCALE.
LARGE SCALES require an economy of decisions and clarity in their definition. The material used to build them is decisive, almost solely. Large-format pieces have rules of construction that enable the project to become open (it can grow on its own)- we are thinking here of Fatepur Sikri, Teotihuacan, El Escorial, The Great Wall of China, KHAN and LE CORBUSIER in India.
On a SMALL SCALE, the degree of complexity increases and the prior definition of matter ceases to be decisive. Small spaces are the consequence of a detailed operation of modulation, meshing, measurement, aspect, etc…, which make turn them into spaces with a powerful degree of abstraction that is separate from the actual materiality of the construction (clear examples of this are Japanese villas, LE CORBUSIER´S houses and dwellings in the Islamic world).
In our work, we try to maintain an element of “risk” or “adventure”. Initially, each new project is vulnerable to potential “failure”, because in each case its development is set on the outer limits of current knowledge.
We regard each project as an “incident” or “accident” in our working process. The project should never lose its “accidental character”. It must lead us towards an area we have yet to explore.
We operate on the LIMITS; the limits between reality- the city limits (periphery, highway, etc.), the limits of housing areas, standards and regulations; and emotions: non-definition, perception of changing uses, sensations of new and future requirements.
We work on various lines of research with simultaneous developments. In our case this could be simplified by saying that there are two overlapping, coexisting world: “rational” and “irrational”. Both of them share learned experiences but they can feed off their own condition. Residential buildings that seek total solutions to problems of housing, flexibility functionality and uses arise at the same time as others that require a more individualized treatment, a response that is adjusted to a specific, conditioned situation, as in concert halls, museums or landscaping operations.
When FRANCIS BACON described his portrait paintings, he said, “Each one of us hides that brutal gesture, that movement of the hand that crumples the face of the other in the hope of finding something hidden in it or behind it”.
We could say that BACON´S portraits are an examination of the “limits”.
The sequence of multiple portraits of the same model expresses BACON´S interest in the variation principle. EDMUND HUSSERL has explained the importance of variations in the search for the essence of the phenomenon.
In our work, there are suites of projects that respond to these aims of serialization. The works that are grouped in this way are variations that differ from one to another, yet they preserve something that is common to all of them; this common “something” is the essence of an obsession, a recurring theme just like the “id” of a face in the case of FRANCIS BACON.
Similarly, we regard the way we tackle our work as architects as a vital position, taking ourselves to the limits of our ability, to the “limit to the id”.
We are taught that architecture is a game of spaces and volumes, the art of organizing space. However, if we are able to agree with this statement, we are closer to regarding Architecture as every construction that contains values of culture, civilization, sensibility and progress in its definition.
In the process, architecture needs not only knowledge about the discipline, but also the ability to capture a certain number of attitudes and sensations- emotions that belong to the world around us.
It means letting ourselves be trapped by the country we visit, by the subject of the latest book we have read, or by the power of the imagery in a film. We have to speak about other things if we want to reaffirm ourselves in our vocation as architects, in spite of everything and thanks to everything.
INTERNAL LANDSCAPES
PAISAJES INTERNOS