Dwellings Towers in Valdebebas

INHABIT THE SKY

The aspiration of any of us is to inhabit a place, settle on a piece of land, feel our home under the sky, get up from the ground and thus enjoy the landscape by opening ourselves up to it.

The residential complex that we project and have built is committed to building the 102 planned homes grouped in two towers. The Valdebebas regulations allow various solutions for planning built volumes. The usual thing in adjoining lots is to build in a linear block occupying part or all of the perimeter of the block. Building in a tower offers greater advantages compared to a linear building, as it allows less land to be occupied by increasing the surface area of ​​common garden spaces, the fact that the dwellings are all exterior with double orientation and a greater relationship between these and the exterior landscape, guaranteed by large windows and terraces.

The two towers stand on a horizontal plinth aligned to the west front of the plot containing on the ground floor a large street-facing commercial space of 1,965.64 m2 built and nine “loft” offices, totaling a constructed area of ​​982.85 m2, and that open to the interior of the plot, facing the garden and accessing from it.

The residential towers begin on the first floor and consist of a total of 13 floors, with a total of 102 homes of five different types and a total built area of ​​15,141.97 m2. The area built below ground for garages and storage rooms is 5,288 m2.

Most of the houses place the living rooms in the corners with a diagonal path from the access to the house, producing an Access-lobby-dining room-living rooms-terraces movement that highlights the interior spatiality of the house.

The terraces are spacious and linked to the halls in the corners of the towers with large and well-cared-for planters, which incorporate a plant front into the relationship between the house and the horizon, a "vertical garden" sequenced along the section of the building. .

The project meets various sustainability criteria, one of them being the careful solution of its façade enclosures with the insulation system and ventilated façade plus plaster panel lining and an exterior material of great durability and low maintenance, such as extruded aluminum plates. lacquered, playing with two shades, gray on the facades and white on the cantilevered terraces.

The solution of vertical fluted and lacquered aluminum facades conveys great elegance and slenderness to the image of the towers, like metal curtains that at the same time, thanks to being made of aluminium, are light and stainless.

The terraces stand out in their condition of flown and white bodies, light and luminous, on which the plant fronts of the planters incorporated inside emerge. Opposed to the verticality of the tower is the horizontal movement marked by its lines and metallic white bodies, abstract and clean, dematerialized thanks to its perfect striated finish.

Important aspects have been resolved, such as low consumption and a high level of comfort by incorporating the underfloor heating solution with energy generation by aerothermal energy, combined with aluminum carpentry with double glazing and careful solutions that avoid thermal bridges.

The horizontal body from which the two towers arise has a pronounced horizontality highlighted by its concrete cornice and which, in addition, houses metal grids along its entire length, allowing the extraction and ventilation of the premises and basement floors to be incorporated.
The built complex can be summed up in a game of balance between the gray towers, the vertical, and the white terraces plus the plinth, the horizontal.
In front of the described building, abstract and linear, an important landscaped area is designed, perfectly equipped with swimming pools, playgrounds and community premises. All of them within a "natural topography", semi-buried, with winding paths between small hills and large garden areas where trees and a wide variety of plant species grow.

One of the virtues that the built residential complex undoubtedly has is ensuring that the private spaces, the houses, enjoy an opening towards the distant landscape, the horizon, and the community spaces, the garden, defend themselves from the outside creating an undulating and excavated landscape, linked to the land, to nature.

In short, the aim has been to create new inhabited watchtowers in the new city of Valdebebas, from where one can see the distant horizon of Madrid to the south, of the mountains of the Sierra to the north, of the comings and goings of the planes from Barajas towards the east and contemplate the silhouetted sunsets over the large green space of Parque de Felipe VI.

Undoubtedly, these towers have been designed to inhabit the sky, to show its inhabitants from their landscaped terraces to the open and luminous landscape, to the HORIZON.

HABITAR EL CIELO

La aspiración de cualquiera de nosotros es habitar un lugar, asentarnos sobre un terreno, sentir nuestra casa bajo el cielo, levantarnos de la tierra y así disfrutar del paisaje abriéndonos hacia él.

El conjunto residencial que proyectamos y hemos construido apuesta por levantar las 102 viviendas previstas agrupadas en dos torres. La normativa de Valdebebas permite diversas soluciones de ordenación de los volúmenes edificados. Lo habitual en los solares colindantes es construir en bloque lineal ocupando parte o la totalidad del perímetro de la manzana. El construir en torre ofrece mayores ventajas frente al edificio lineal ya que permite una menor ocupación de suelo aumentando la superficie de espacios ajardinados comunes, que las viviendas sean todas exteriores con doble orientación y una mayor relación de estas con el paisaje exterior, garantizada por grandes ventanas y terrazas.

Las dos torres se levantan sobre un basamento horizontal alineado al frente oeste de la parcela conteniendo en planta baja un gran local comercial a calle de 1.965,64 m2 construidos y nueve oficinas “loft”, que suman una superficie construida de 982,85 m2, y que se abren al interior de la parcela, mirando al jardín y accediendo desde él.

Las torres residenciales empiezan en planta primera y constan de un total de 13 plantas, con un total de 102 viviendas de cinco tipologías diferentes y una superficie total construida de 15.141,97 m2. La superficie construida bajo rasante destinada a garajes y trasteros es de 5.288 m2.

La mayoría de las viviendas sitúan los salones en las esquinas con un recorrido diagonal desde el acceso a la casa produciendo un movimiento Acceso-vestíbulo-comedor-salones-terrazas que pone en valor la espacialidad interior de la casa.

Las terrazas son amplias y vinculadas a los salones en las esquinas de las torres con unas grandes y cuidadas jardineras, que incorporan a la relación de la casa con el horizonte un frente vegetal, un “ jardín vertical” secuenciado a lo largo la sección del edificio.

El proyecto atiende a diversos criterios de sostenibilidad siendo uno de ellos la cuidada solución de sus cerramientos de fachadas con el sistema de aislamiento y fachada ventilada mas trasdosado de panel yeso y un material exterior de gran durabilidad y poco mantenimiento como son las planchas de aluminio extrusionado lacado, jugando a dos tonalidades, gris en fachadas y blanco en los cuerpos de terrazas voladas.

La solución de fachadas de aluminio estriado vertical y lacado transmite a la imagen de las torres una gran elegancia y esbeltez, como cortinas metálicas que a la vez, gracias a ser de aluminio, son ligeras e inoxidables.

Las terrazas se resaltan en su condición de cuerpos volados y blancos, ligeros y luminosos, sobre los que surgen los frentes vegetales de las jardineras incorporadas en su interior. Frente a la verticalidad de la torre, se contrapone el movimiento horizontal marcado por sus líneas y cuerpos blancos metálicos, abstractos y limpios, desmaterializados gracias a su perfecto acabado estriado.

Se han resuelto aspectos importantes, como es el bajo consumo y un elevado nivel de confort incorporando la solución de suelo radiante con la generación de energía por aerotermia, combinado con unas carpinterías de aluminio con doble acristalamiento y cuidadas soluciones que eviten puentes térmicos.

El cuerpo horizontal del que surgen las dos torres tiene una acusada horizontalidad remarcada por su cornisa de hormigón y que, además, aloja unas rejillas metálicas en toda su longitud, permitiendo incorporar las extracciones y ventilaciones de los locales y plantas sótanos.
El conjunto edificado se puede resumir en un juego de equilibrios entre las torres grises, lo vertical, y las terrazas blancas más el basamento, lo horizontal.
Frente a la edificación descrita, abstracta y lineal, se diseña una importante superficie ajardinada perfectamente equipada con piscinas, áreas de juegos y locales comunitarios. Todos ellos dentro de una “topografía natural”, semienterrados, con recorridos por caminos sinuosos entre pequeñas colinas y amplias superficies de jardín donde crecen árboles y una gran variedad de especies vegetales.

Una de las virtudes que, sin duda tiene el conjunto residencial construido, es el conseguir que los espacios privados, las viviendas, disfruten de una apertura hacia el paisaje lejano, el horizonte, y los espacios comunitarios, el jardín, se defiendan del exterior creando un paisaje ondulado y excavado, vinculado a la tierra, a la naturaleza.

En definitiva, se ha pretendido crear unas nuevas atalayas habitadas en la nueva ciudad de Valdebebas, desde donde divisar el horizonte lejano de Madrid hacia el sur, de las montañas de la sierra hacia el norte, del ir y venir de los aviones de Barajas hacia el este y contemplar las puestas de sol recortadas sobre el gran espacio verde del Parque de Felipe VI.

Sin duda estas torres han sido pensadas para habitar el cielo, para asomar a sus habitantes desde sus terrazas ajardinadas al paisaje abierto y luminoso, al HORIZONTE.